domingo, 15 de enero de 2017

Me despojo de mi nombre,
dejo el alma en un vasito,
despedazo el amuleto,
reto al insomnio,
salgo al balcón a dejar que la noche me encandile,
de paso, arrojo cada memoria
-hasta la más infame de las memorias-

Me entrego al ruido
mientras descuelgo los años
que puse a secar ayer,
me deslizo hacia adentro de la casa,
finjo que soy yo, de nuevo...

Habrá que ver si mañana
el amuleto se recompone,
mi nombre se despoja del tuyo
en lo que quedó del insomnio
cuando fingiste dormir...

Habrá que ver si mañana
puedo vestirme con años limpios,
Si mi alma sigue intacta en el vasito,
si sobrevivieron las memorias
-hasta la más infame de las memorias-

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