lunes, 7 de enero de 2019

En la ciudad
todo arde,
todo grita,
todo burbujea,
como si la noche extirpara
la consagración del último deseo...

En la borra del vino

queda aplacándose la calma
y todo viene siendo
una constante Inmortalidad,
un inocente karma
que aprendió a cerrar los ojos
para poder ver
más lejos de lo que el fuego pudo mostrar...

Cada vez más delirio,

más silencio
algo escapa de la madera
la última vez
que tallamos nuestro árbol
ahora arde,
grita,
burbujea
en la ciudad...

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