Las palabras en juego, los sentimientos, las emociones, los miedos, el devenir de los días y las noches. Escribir con el alma, no forzar, no esclavizar: ser, dar, fluir. Ir contra corriente y también saber disfrutar la marea desde la playa. Estas líneas son mi sangre, mi impulso, mis silencios, mis ambigüedades, mis ingenuidades, mi mapa, mi ruta, mi huella, mi aporte en la coreografía que implica vivir y morir un poco cada día. Comparto con todo el amor que me impulsa a escribir.
miércoles, 9 de mayo de 2018
A las 0:00,
llega la hora inevitable
para prender el palosanto
y ahuyentar la madrugada
de mi cabello mojado...
A las 0:02,
el viento pasa haciendo la ronda
para ver si el poema
sigue sosteniendo la persiana
en mi habitación muda...
A las 0:06,
me sonríe tu nombre
para que yo vuelva al principio
peine mis poemas,
cuelgue la noche
y ahume con palosanto
todos los silencios...
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